Sin
ánimo de ofender a nadie, bien sabido es, que la religión siempre fue
un gran negocio y desde tiempos inmemoriales, muchos han sido los
métodos para recaudar dinero. Un ejemplo claro de ello es este, donde
vemos cómo en una iglesia de Salta ya incorporaron el novedoso sistema
de "trapito bendecidor", cuya tarea no es sólo cuidar a tu vehículo,
sino que también debe ser ungido con la bendición del
Señor, siempre y cuando el billetín lila esté adentro del gazofilacio.
El pago es absolutamente voluntario, pero la iglesia no se hará
responsable por eventuales "ralladuras diabólicas", "pinchaduras
demoníacas", "rotura de cristales satánicas", "incendios infernales" y
"robos mefistofélicos"
#NoSubasEsoHDP #ElPadreEsBueno #ElPadreEsBello #NoHayVoluntad #OlvídateDeEllo
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