Los porotos tienen proteínas, antioxidantes, fibras y prebióticos llamados oligosacáridos. Debido a que el cuerpo no produce ninguna sustancia capaz de absorber los oligosacáridos, estos van directos hacia el colon y se transforman en virulentos gases despedidos por el ano, acompañados por en estridente sonido.
Aquí Juli, víctima de los oligosacáridos, nos relata cómo lo que comenzó como un chiste, recostada en la cama y haciendo vientito con la sábana para olerse los pedos, se transformó en una verdadera pesadilla al tener gases progresivamente con mayor frecuencia, excesivamente pestilentes e insufriblemente estrepitosos.
Primero despertó a toda su familia, luego se acercaron varios vecinos a pedir silencio y todo terminó de la peor manera cuando efectivos de la Federal tumbaron la puerta preguntando dónde era el tiroteo.
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