En en bajo y enrevesado mundo donde habitan los Brayanes y las Yennis, si hay algo que nunca ha faltado, es crudeza y realismo en todo, desde la mismísima infancia. Es por ese motivo que a los 12 meses se les aclara que Papá Noel no existe, que el Ratón Pérez murió aplastado en una trampera, para que no pidan guita, que los bebés son el resultado de lo que mamá hace a diario con todos esos señores en casa y que tarde o temprano los planes se terminan y habrá que volver a los semáforos. En el siguiente ejemplo, veremos que en los cumples no hay excepciones, puesto a que Winnie Pooh es un adicto a la marihuana y Barney es una especie de "Pity paquero pedófilo", con un fuerte desorden alimenticio y un marcado grado de deterioro, producto de la pasta base.
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