En lugar del celular, se le pudo haber caído un redoblante y así y todo no hubiese hecho el ruido que hizo ese pedo. En la escala de Ritchter marcó un 5.8. El niño lloraba, los vidrios de las ventanas se rajaron, la alarma del Falcon que estaba en la cochera comenzó a sonar, las lámparas se hamacaban, los vecinos comenzaron a entrar en pánico y entre medio de los gritos, se escucha a Ramiro de la casa de al lado, que mucho más lúcido que todos los demás, exclama: "Culo que rezonga, necesita esta poronga".
La frase inmediatamente calmó al vecindario y repuestos del susto, todos volvieron a sus hogares para seguir descansando.
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